viernes, 28 de abril de 2017

6. (Querido acosador, texto para el concurso de literatura epistolar amorosa 2017 de Calamocha)


Después de tantos años, me aventuro a escribirte estas líneas, pero no sé si te las tomarás como de amor o de odio hacia tu persona.

¿Sabes? Me cuesta un mundo recordar tu cara, pero no el miedo que me hiciste pasar. Las piedras volando hacia mi cabeza, los insultos hirientes hacia mi persona y las críticas y rumores falsos a mis espaldas.

Aún permanecen en mi memoria aquellas noches en las que era incapaz de dormir porque al día siguiente tocaba aquella asignatura en la que el profesor se enfrascaba en la pizarra y tú aprovechabas para hacer de esa hora un infierno para mí.

Me gustaría preguntarte una cosa: ¿Por qué lo hacías? ¿Era ese tipo de amor sádico que intenta cambiar al otro a base de dolor? ¿O te excitaba el verme llorar desconsolada al ver que los profesores me obviaban?

También me gustaría darte las gracias. Me hice un tatuaje para recordarme día a día el hecho de haber sobrevivido a tu hiriente cariño. Pero también me dejaste clavado un puñal en mi corazón que se entierra un poquito cada vez que leo en Facebook u oigo en la tele sobre un caso de acoso escolar. No te puedo negar que eso me duele mil veces más que la aguja que introdujo la tinta en mi piel.

No sé si amarte u odiarte por haber hecho de mí la mujer que soy hoy, pero tengo la certeza de que tú ayudaste a ello.

martes, 25 de abril de 2017

5. (Poema)

Quisiera volver a los noventa,
A mi dulce infancia.
A los juegos en el patio,
Donde una canasta era barco
Y nosotros sus piratas.

Quisiera volver a los noventa,
A la pueril inocencia.
Una lección era un mundo,
Los carretes, un tesoro
Y el verano, alegría.

¡Maldito seas, tiempo!
¿Por qué me apartaste
De la candidez?
Yo no hice delito
Para sufrir tal castigo.