A veces, por no decir muchas veces, desearía hacerme invisible entre la multitud de una estación para no sentirme vigilada.
Sentirse observado es un asco. Miles de ojos expectantes a cualquier error para criticar sin piedad ni descanso.
Lo malo es que alguien no se hace diferente, nace como tal. Y es imposible sentirse cómodo comportándose como alguien "normal".
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