jueves, 9 de marzo de 2017

2. (Las torres)

Humo. Sólo humo era lo que se veía en aquel televisor de mi casa. Fue tal el shock que ni siquiera el locutor hablaba. Tampoco mi padre era capaz de decir nada mientras comía.

Al rato, se desató el terror en las cadenas televisivas. Unos aviones habían colisionado contra las Torres Gemelas y las almas segadas se sempezaron a contar por miles.

Después (no recuerdo el lapso debido a mi corta edad) emitieron un vídeo. En él salía un hombre con turbante que alegaba ser el actor intelectual de aquel infierno en la Tierra que se estaba viviendo en una de las mayores metrópolis del planeta. Se excusó alegando absurdos temas religiosos.

Mis ojos infantiles no supieron vaticinar que lo peor vendría después...

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